¿Quieres conocer cuáles son las principales claves para ser un buen líder? Somos conscientes de que no es una tarea sencilla, pero hay estudios que demuestran que las personas que tienen un buen líder de equipo son un 13% más productivos y un 31% más eficientes en su trabajo.
A continuación te detallamos las principales claves:
- Logros: La importancia de reconocer el buen trabajo realizado por nuestro equipo.
Los empleados quieren sentirse valorados por sus responsables, de ahí que las principales cualidades que se buscan en un `jefe ideal´ sean las de saber reconocer, felicitar y apreciar las cualidades de las personas con las que trabaja.
- Respeto: Trata con respeto y profesionalidad a todos los miembros del equipo.
Un bien jefe trata bien a su equipo. El generar un buen ambiente de trabajo y clima laboral, es una de las principales claves del éxito de cualquier empresa.
- Honestidad: Ser honesto y generar confianza en los demás.
Los trabajadores valoran esta cualidad especialmente. Un líder que diga la verdad y en el que se pueda confiar es imprescindible para la mayoría de las personas.
- Empatía: Aprende a ponerte en los zapatos de los demás.
La empatía, junto a la honestidad y la confianza, es otra cualidad apreciada en la figura de un buen líder.
- Delega: Quizá una de las cualidades más demandadas por los trabajadores. Delega y confía en los buenos resultados de tu equipo.
Que tu equipo se sienta bien valorado refuerza su autoestima e invita al trabajo cooperativo. Seguramente notes los efectos de dar rienda suelta a esta cualidad cuando más lo necesites.
- Comunicación: Una de las habilidades más importantes a la hora de trasladar de forma clara información relevante a tu equipo.
En tiempos de incertidumbre el liderazgo es imprescindible. Los líderes y responsables de equipo han sido fundamentales para transmitir a los empleados confianza y seguridad: de ahí que la comunicación haya jugado, de nuevo, un papel fundamental.
- Humildad: Ser humilde debería ser una tarea obligatoria en todos los aspectos de la vida, más si cabe en un entorno profesional.
La época de los jefes altivos y arrogantes ha pasado a mejor vida hace tiempo. La humildad es importantísima siempre, pero cuando se trata de liderar un equipo, todavía más.
- Escucha activa: El primer paso para entrenar la empatía.
La escucha activa es el primer paso para entrenar la empatía y ofrecer a las personas que forman parte de nuestro equipo tiempo y espacio para explicarse. Tanto para contarnos cómo están como para prestar atención a sus ideas y proyectos.
- Organización: Cualquier equipo que cumpla con sus objetivos tiene que estar y ser bien organizado.
La organización es vital, porque sirve para centrar los objetivos del equipo y enfocarse en el corto y el medio plazo con garantías. De otro modo, el desorden estará sembrado y a duras penas alcanzaremos nuestras metas.
- Autoridad sin imposición:
Los trabajadores aceptan la autoridad, pero no las imposiciones, sobre todo cuando son órdenes irracionales, que no encajan con las buenas dinámicas de equipo.